viernes, 15 de abril de 2016

Querida Belén Esteban.




      Supongo que no te hará falta presentación Belén, doy por hecho que mis lectores te conocen, los índices de audiencia de tus programas me lo confirman.


       Ya sé que no tienes la culpa de que la gente te vea, tú eres famosa porque el público te ha dado el derecho a serlo. Te escribo a ti, porque tú eres el modelo, el modelo de la ignorancia, del analfabeto, del vago, del canalla... y, me asusto. Me ruborizo, sí, y me cabreo si es necesario, no porque tú seas la única persona que reúna todas esas características, sino porque tienes detrás de ti a un sequito de más de seis millones de espectadores que te escuchan todos los días, que te aplauden si es necesario, que se ríen contigo, y lo más sorprendente de todo, muchos te admiran.

         No sé si por afortunada o por ingenua o tonta, ­­­­(ya sabes, aquellos que no siguen las tendencias no son considerados "normales"), no soy seguidora tuya, ni pienso serlo. Escuché hace tiempo que cuando la ignorancia se aplaude y el saber se desprecia el pueblo está condenado a muerte y por mal que me pese es el vivo retrato de esta España decadente. Solo hace falta echar un ojo a la parrilla de televisión para confirmar la situación; programas insulsos, basuras, porquerías. Aquel niño un pelín flojo en matemáticas, con poca motivación para aprender y que odia ir a la escuela, solo tiene que echar la mirada frente al televisor y verte a ti ,Belén, escribiendo joyitas como "apollo"  "responsavilidades" "alla salido", para eximirse de estudiar y reafirmarse en la postura de que no hace falta saber escribir, no hace falta saber leer y mucho menos conocer la historia de tu país. Total tu ganas una millonada y no es que hayas hecho gran cosa con tu vida, aparte de venderla por ahí.

      Los referentes, al menos yo, los suelo encontrar en personas con una capacidad superior a mí, aquellos que proyectan una forma de vida que me gustaría alcanzar, que conciben una enseñanza y, permíteme que te lo diga, tú no tienes ninguna de esas características. Pero eso es una opinión mía, al parecer hay otros que prefieren reírse con tus metidas de pata, con tus obscenidades e impertinencias.

          Esto es solo el principio del desprestigio a la cultura, al arte, a la literatura, a la historia y podría seguir porque la lista es larga, y lo peor es que nos sorprenderemos cuando estemos anclados en la miseria preguntándonos con lágrimas en los ojos que "qué hemos hecho para merecer esto". Por todo esto te pido a ti Belén, aunque no eres la única culpable, que te vayas, que eches las llaves a "Sálvame" y que te largues, por favor, vete, vete para no volver.

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