Supongo que no te hará falta presentación
Belén, doy por hecho que mis lectores te conocen, los índices de audiencia de
tus programas me lo confirman.
Ya sé que no
tienes la culpa de que la gente te vea, tú eres famosa porque el público te ha
dado el derecho a serlo. Te escribo a ti, porque tú eres el modelo, el modelo
de la ignorancia, del analfabeto, del vago, del canalla... y, me asusto. Me
ruborizo, sí, y me cabreo si es necesario, no porque tú seas la única persona
que reúna todas esas características, sino porque tienes detrás de ti a un
sequito de más de seis millones de espectadores que te escuchan todos los días,
que te aplauden si es necesario, que se ríen contigo, y lo más sorprendente de
todo, muchos te admiran.
No sé si por
afortunada o por ingenua o tonta, (ya sabes, aquellos que no siguen las
tendencias no son considerados "normales"), no soy seguidora tuya, ni
pienso serlo. Escuché hace tiempo que cuando la ignorancia se aplaude y el
saber se desprecia el pueblo está condenado a muerte y por mal que me pese es
el vivo retrato de esta España decadente. Solo hace falta echar un ojo a la
parrilla de televisión para confirmar la situación; programas insulsos,
basuras, porquerías. Aquel niño un pelín flojo en matemáticas, con poca
motivación para aprender y que odia ir a la escuela, solo tiene que echar la
mirada frente al televisor y verte a ti ,Belén, escribiendo joyitas como
"apollo" "responsavilidades"
"alla salido", para eximirse de estudiar y reafirmarse en la postura
de que no hace falta saber escribir, no hace falta saber leer y mucho menos
conocer la historia de tu país. Total tu ganas una millonada y no es que hayas
hecho gran cosa con tu vida, aparte de venderla por ahí.
Los referentes,
al menos yo, los suelo encontrar en personas con una capacidad superior a mí,
aquellos que proyectan una forma de vida que me gustaría alcanzar, que conciben
una enseñanza y, permíteme que te lo diga, tú no tienes ninguna de esas
características. Pero eso es una opinión mía, al parecer hay otros que
prefieren reírse con tus metidas de pata, con tus obscenidades e impertinencias.
Esto es solo
el principio del desprestigio a la cultura, al arte, a la literatura, a la
historia y podría seguir porque la lista es larga, y lo peor es que nos
sorprenderemos cuando estemos anclados en la miseria preguntándonos con lágrimas
en los ojos que "qué hemos hecho para merecer esto". Por todo esto te
pido a ti Belén, aunque no eres la única culpable, que te vayas, que eches las
llaves a "Sálvame" y que te largues, por favor, vete, vete para no
volver.
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